Soy psicóloga, recibida de la universidad de Buenos Aires hace 10 años.
En mi recorrido, los últimos 7 años los he orientado a la consultoría en psicología laboral, recursos humanos y el interesante mundo de las personas en vínculo con el trabajo.

Y cómo toda actividad, tiene sus caricias y cachetadas.
La emoción de colaborar en la obtención de un empleo, lo hermoso de conectar con otros en contextos de aprendizaje y capacitación, la posibilidad de conocer perfiles tan diversos, vincularse con sus expectativas, desafíos y oportunidades de desarrollo.

Acompañado del tener que decir que no cuando alguien no ha sido elegido. De los sinsabores y frustraciones de los plantazos, de las horas y horas puestas en repasar historias de distintas personas y que, sin aviso alguno, el trabajo se suspenda sorpresivamente. Acompañado de los “para ayer”, las asincronias de tiempo y del sostener un negocio con la incertidumbre y volatilidad de contextos actuales.

En fin, una balanza interesante que creo todo profesional que haya ejercido o ejerza en el area pueda reconocer.
Pero saben que? Cada día es una caja de sorpresas, ningún día es igual al anterior. Y eso le da una dinámica y una adrenalina difícil de igualar. Cada desacierto o “pegada en el palo” pesa y duele. Pero cada agradecimiento, reconocimiento o avance en esta actividad despierta una motivación especial, que permite seguir apostando a más.

En un sector donde muchos hacemos y ofrecemos lo mismo, la clave está en esa motivación, compromiso y la posibilidad de unirnos para mejorar nuestro trabajo.

Es por eso nuestra apuesta constante a hacer alianza, comunidad y colaborar en pos de un fin común que tiene mucho para potenciar.